martes, 5 de octubre de 2010

veintiseisavo post, twentysixth post.

Cuando tenga una cámara...

Falta poco, pero cuando tenga mi propia cámara podrá la gente ver cómo yo veo el mundo... podrán entonces entrar en mi cabeza, conocer un poco más de mi a través de mi perspectiva de la vida.

La vida. Tan llena de instantes hermosos, de momentos irrepetibles. Cada mañana veo a mi marido despertar. Veo como poco a poco abre los ojos, estira el brazo para alcanzar sus lentes, se da la vuelta, busca con los ojos casi cerrados el control remoto para poner las noticias, me deja acariciar su cabello por 15 minutos. Ese ritual es algo que espero poder registrar algún día. Lo tengo grabado en mi mente. Llevo tres años viendo cómo hace esto. Me despierto antes, no me lo puedo perder. Es como magia ver cómo regresa a la vida después de horas de tener el sistema apagado.

Él, en cambio, me ve dormir. Se duerme más tarde, y no se puede perder mi ritual. Primero se me cierran los ojos y me acomoda las almohadas. Me acurruco tomada de su brazo. Él, pacientemente, adopta una posición incómoda, acostumbrado a mi manía. Sin su brazo, no puedo dormir. Mi vaso de agua a un lado de la mesa está puesto siempre... Él me cuida. Y yo, lo quiero grabar. Quiero grabar el milagro de la vida. Las pocas cosas buenas que ocurren, recordarme lo precioso que puede ser este recorrido a la vejez.

El amor.

Aquí les comparto un video documental de mi ciudad. Esto es una de las cosas que amaría hacer una vez que tenga mi cámara. Falta poco, ya la tandré. La merezco.


CD. DE MÉXICO, video documental from EARRANGOIZ on Vimeo.

No hay comentarios: